
La búsqueda de una solución para cumplir con la obligación de competir en hierba natural tensa un poco más la relación entre ayuntamiento y Unionistas, con cruce de versiones. La situación abre un poco más la brecha entre las dos partes.
La tensa relación entre el Ayuntamiento de Salamanca y el club Unionistas de Salamanca ha tenido este viernes un nuevo capítulo. De fondo, la búsqueda de una solución para el problema del momento, la obligación de jugar el próximo curso en campo de hierba natural en la Primera RFEF. Pero ha sido la forma, y no el fondo, lo que ha vuelto a enfrentar a club y consistorio abriendo un poco más una brecha que ya es considerable y que se ha ampliado un poco más a costa del tema del campo. El asunto ha tomado un cariz serio en el que, incluso, desde el club señalan a un claro culpable de la situación, en referencia al consistorio.
La situación, por resumirla, es que los clubes de Primera RFEF están obligados a jugar en campo de hierba natural la próxima temporada 2022/2023. La federación estableció como norma este tipo de superficie y dio un año de carencia para cumplir, año que se ha agotado esta temporada. En septiembre, todos los clubes tendrán que jugar en césped natural y Unionistas es uno de los afectados porque el nuevo y flamante campo del Reina Sofía es de hierba artificial.
En noviembre pasado el consistorio ya se mostró contrario a cambiar el campo. Así lo expresó el propio alcalde, Carlos García Carbayo, en una visita in situ a las obras y con los máximos responsables del club delante. Habían pasado pocas semanas desde que empezó la temporada, en la que había que decidir sobre el tema de la superficie, pero no se volvió a saber del tema. Hasta que hace unas semanas, ya con la temporada en la recta final, el club volvió a poner el asunto sobre la mesa y se han producido reuniones, aunque dice que lleva meses planteando soluciones.
Según su versión, una solución es levantar el campo de hierba artificial, destinar el material a otro campo en el mismo complejo y plantar hierba sobre el terreno de juego principal del Reina Sofía. Se han ofrecido a pagar la obra de su presupuesto, sin coste para el ayuntamiento. Desde el consistorio aseguraban por contra que no había solución definitiva y se deslizaba por primera vez la opción de jugar en las pistas del Helmántico, campo de hierba natural y antigua casa de Unionistas, en caso de hacer obras y que no llegaran a tiempo para empezar la temporada en el Reina Sofía.
Una reunión este viernes tenía que haber servido para acercar posturas, pero en su lugar ha terminado en un desmentido del consistorio que asegura que es falso lo que mantiene Unionistas. Si el club ha transmitido a los medios, también a TRIBUNA, que se les ha ofrecido como solución jugar en las pistas del Helmántico, el consistorio lo niega: lo hizo con un comunicado en el que "lamenta" que se de "pábulo" al hecho de que esta sea la propuesta e insiste en que se está trabajando en algo viable, y que la RFEF, que es la que exige hierba natural, estará al tanto porque se le comunicará. Un detalle: hay relaciones con el ente desde que el consistorio acogió la fase final de la Supercopa femenina hace unos años y el ente está ya informado de la situación.
A día de hoy no hay solución definida, pero sí enfado. Las filtraciones de la propuesta hecha en su día por parte del club no sentaron nada bien porque desde el consistorio se entienden estas filtraciones como una manera de presionar y condicionar, algo que consideran inaceptable por la inversión que se ha hecho de dinero público, casi 2 millones de euros, en acondicionar un campo municipal a las necesidades de Unionistas. La filtración este viernes de la reunión mantenida en el ayuntamiento no ha hecho más que empeorar la situación entre dos partes que tienen que hacer un esfuerzo por entenderse. En el recuerdo, y muy presente, lo ocurrido con la histórica eliminatoria de la Copa del Rey ante el Real Madrid hace cerca de dos años y medio cuando el club se empeñó en jugar en las pistas del Helmántico, otro punto álgido de las tensas relaciones entre club y consistorio que vienen de muy atrás con decisiones de anteriores equipos de gobierno por las que el club se siente perjudicado.
Ahora Unionistas ha decidido poner toda la carne en el asador y está hablando incluso de desaparición del club. Así lo ha confirmado su vicepresidente, que pone sobre la mesa que dimita la directiva actual, la que ha llevado al club donde está, y lo coja una gestora si es que alguien quiere, o se abra a consulta la desaparición del club al no poder cumplir objetivos. Cree el club que la negativa a aceptar su plan, que pagan del presupuesto del club, les empuja a la desaparición. Y este paso lo pueden dar de inmediato, en la asamblea del 21 de mayo.
El sábado que viene se celebra una asamblea que debe decidir sobre si se pide o no un préstamo para asumir el coste de la obra para levantar el campo de hierba artificial y poner el de natural. Sobre el papel, se somete a la decisión de los socios, pero está orientada a decir que sí para sacar adelante la propuesta de la directiva. El campo de hierba natural es imprescindible salvo que la federación diga algo en contra, pero ahora Unionistas sube la apuesta y dice que si no hay cambo de hierba natural el club no puede crecer, no puede competir en Primera RFEF.
¿Qué va a pasar? Por ahora el Ayuntamiento ha pedido seguir trabajando en una propuesta viable en la que, al parecer, se va a tener al tanto a la propia federación que puede tener mucho que decir en la salida a esta situación. Según el club, se les ha dicho que en dos semanas se transmitirá un proyecto viable a las autoridades federativas que son las que ponen como condición que se juegue en hierba natural. Hace meses, el alcalde ya apeló a la RFEF y pidió que entendiera las peculiares condiciones de este caso, con un campo nuevo que ha costado una fuerte inversión y que es de titularidad municipal.
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