El precio de los carburantes lleva meses trayendo de cabeza a los usuarios salmantinos. Aunque lleva todo el 2022 subiendo, a partir de la invasión de Ucrania sus precios se han disparado por el impacto en los mercados energéticos de la situación. Tanto la gasolina como especialmente el gasóleo no han parado de subir y han superado precios históricos, muy superiores a la referencia de los 1,6 euros/litro y camino de los 1,9; de paso, el gasóleo ha superado por primera vez en precio a la sin plomo, pero parece que esa anomalía toca a su fin.

Según los últimos datos oficiales del geoportal del ministerio, el gasóleo de automoción convencional lleva unos días en una meseta e incluso su precio ha empezado a perder algunos céntimos. No es nada del otro mundo, sigue por encima de los 1,9 euros/litro de media en las estaciones de servicio salmantinas tras llegar este mismo mes a su récord de 1,926, algo nunca visto, precio con el que se 'comió' la mitad de la bonificación y está todavía por encima de lo que vimos antes de que el Gobierno decidiera aprobar el descuento.

El diésel sigue sin estar barato, pero el frenazo a sus subidas ha hecho que se le acerque la gasolina, que sigue subiendo imparable camino de los 1,9 euros/litro que nunca ha alcanzado en Salamanca. Ahora mismo está de media entre 1,89 y 1,9 euros el litro y ha dejado atrás su anterior récord de principios del mes de marzo pasado. Si se confirma la tendencia, pronto ambos carburantes mayoritarios habrán dejado sin efecto buena parte de la bonificación estatal y volverán a la normalidad, con la sin plomo más cara que el diésel.