
El consistorio cuenta con que habrá gran número de reclamaciones de los hosteleros, pero marca como obligatorio el 1,80 de espacio libre y no autorizará sillas y mesas que ocupen portales, escaparates o pasos de peatones.
La implantación de las nuevas ordenanzas de terrazas de Salamanca va a ser consensuada, pero parece claro que la mesa de negociación acordada para ello va a tener mucho trabajo. Y si los hosteleros tienen previsto "dar la batalla" con una batería de alegaciones, desde el consistorio cuentan con que habrá muchas, pero también marcan una serie de líneas rojas que entienden razonables. Así que el pulso está servido y se va a jugar de manera especial en torno a una medida: la distancia libre de 1,80 metros en la aceras.
Esta norma, fijada a nivel estatal, ha venido a revolucionar el panorama de las terrazas. Tanto la ordenanza general de la ciudad como la del centro histórico han tenido que asumir esta obligatoriedad que está en el fundamento de muchas de las modificaciones que hay que hacer. Los hosteleros han pedido estudiar caso por caso y soluciones individualizadas, pero desde la concejalía del área, aunque se admite la valoración de las situaciones concretas, insisten en que tendrá que ser con esa normativa. "Se entiende que se presentarán muchas alegaciones debido a la aplicación de la citada normativa estatal, ya que el 1,80 conllevará o bien la redistribución de las terrazas o que se pierdan mesas o la terraza completa", dice el acta.
El concejal Carabias advierte también, en respuesta a concejales de la posición, que "en el caso de que se soliciten terrazas que ocupen espacios de escaparates, entradas a viviendas o en otras situaciones no admisibles, se tiene que tener muy claro que la instalación de las terrazas es en la vía pública y corresponde al Ayuntamiento de Salamanca su autorización".
En la última comisión municipal, el concejal del área ha apuntado más detalles sobre la aplicación de las nuevas condiciones. En primer lugar, asegura que "la polémica deriva de aquellos que no tenían licencia de terraza y ahora la quieren en la zona de aparcamiento". Es el modelo de terrazas en la calzada que se ha habilitado como alternativa para cuando no hay espacio para dar una terraza en la acera, y que afecta a muchos establecimientos que no la tenían y que la pasaron a explotar con los permisos excepcionales por el Covid.
En cuanto a esta situación, la de las terrazas de pandemia, el consistorio insiste en no ponerles fecha de caducidad, aunque son incompatibles con la entrada de vigor y funcionamiento de la nueva ordenanza. El concejal admite que "no hay prisa" por pasar de fase, pero recuerda que estas 'terrazas Covid' se sustentan en permisos de ocupación de vía pública y eran transitorias y excepcionales. Y se ha mostrado tajante con un tipo de permisos: a aquellos que tenían una terraza Covid y no la han estado usando, pero tampoco la han retirado de la calle, no se les concederá de nuevo la autorización de ocupación de vía publica.
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