"Nadie había vivido algo así en 50 años", añadiendo que ante la extrema gravedad "hicimos lo que pudimos"
El detenido aseguró haber tenido una conversación telefónica con la desaparecida el pasado 17 de enero y el móvil de Esther emite su última señal muy cerca de la casa del principal sospechoso.
Han pasado ya más de dos semanas de la desaparición de Esther López de la Rosa. La madrugada del 13 de enero se le pierde la pista, tras haber visto un partido de fútbol en compañía de sus amigos. Uno de ellos fue el que dejó a la mujer de Traspinedo muy cerca del restaurante La Maña, alrededor de las dos de la madrugada, de aquella fatídica noche. Esther quería seguir de fiesta.
La movilización social, con varias batidas en busca de la desaparecida, y el importante operativo montados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que rastrean por tierra, agua y aire los inhóspitos pinares y el río Duero, no ha dado aún frutos.
La noticia de la detención de un hombre el pasado domingo hizo concebir esperanzas a los desesperados padres de Esther, pero el detenido niega cualquier relación con el caso e incluso se ha declarado en huelga de hambre para protestar por su detención. La juez prorrogó 72 horas el cautiverio, pero este viernes –si no hay resultados o se dicta prisión preventiva- Ramón García ‘El Manitas’, como así se le conoce en la localidad- podía quedar en libertad.
Pero ¿quién es Ramón ‘El Manitas’ y por qué se le sitúa como principal sospechoso en la desaparición de Esther?
Natural de Laguna de Duero, Ramón apodado el Manitas, tiene 48 años. Lleva cuatro o cinco años en la localidad de Traspinedo y según han comunicado algunos vecinos a diferentes medios de comunicación, es un hombre “un poco raro” y “violento”. No en vano, ya ha protagonizado algún episodio violento en el que intentó agredir a otra persona con un cuchillo. Incluso podría tener antecedentes por lesiones, violencia de género, estafa, extorsión y amenazas, tal y como informó el programa de Ana Rosa. No obstante, son antecedentes policiales y no penales, porque nunca fue condenado; tal y como corrobora su abogada. Se le relaciona también con el mundo del menudeo.
Por lo visto, Esther conocía a Ramón, aunque no se le relaciona en el círculo de amistades de la desaparecida. Pero todos los indicios, por lo menos, los que se han podido conocer hasta el momento -siempre teniendo en cuenta la presunción de inocencia del detenido y siendo cautos porque existe secreto de sumario- apuntan a ‘El Manitas’ como el principal sospechoso en el caso de Traspinedo.
Él niega cualquier implicación en la desaparición de Esther. Se considera “una presa fácil” y ha reiterado que “¡Cómo le iba a hacer yo una cosa así?". Su abogada insiste en la inocencia de su defendido y le ha pedido que abandone la huelga de hambre para “preparar una defensa fuerte”. Pero ¿qué indicios le relacionan con el caso?
El ahora detenido comentó a un vecino que Esther le había llamado el día 17 de enero, cinco días después de su desaparición. No obstante, Ramón no ha podido justificar esa supuesta llamada y la Guardia Civil ha comprobado que no existió tal conversación. El móvil de la desaparecida llevaba apagado desde la madrugada en la que desapareció.
Según pudo conocer Tribuna, el sospechoso se negó voluntariamente a entregar su móvil a la Guardia Civil, aunque no se sabe la razón a esta negativa. Y algunos lo relacionan a su supuesta actividad de venta de estupefacientes. Sin embargo, el resto de personas a los que los agentes les pidió una clonación de su terminal móvil aceptaron sin poner ningún impedimento.
Este extremo no está confirmado, pero algunas fuentes cercanas a la investigación filtraron que el sospechoso podía estar planeando su huida fuera del país en el momento de la detención. Corrió el rumor que su destino era Cuba, donde iba a contraer matrimonio. El Confidencial aseguró que Ramón ‘El Manitas’ tenía planificado este viaje mucho antes y en estas fechas ya debería estar casado, boda que lógicamente ha tenido que suspender.
Quizá uno de los mayores indicios en los que trabaja la Guardia Civil, es que la última señal que emitió el móvil de Esther se sitúa muy cerca de la casa registrada y en la que los investigadores se han llevado diez grandes bolsas en busca de ADN que confirme que la desaparecida estuvo en el inmueble. Asimismo, esta vivienda se sitúa a no mucha distancia del Restaurante La Mañana, en el cruce de la carretera que une Traspinedo con la A-11. Fue en ese punto donde el amigo de Esther asegura que la dejó antes de retirarse a descansar.
"Nadie había vivido algo así en 50 años", añadiendo que ante la extrema gravedad "hicimos lo que pudimos"
La Guardia Civil ha efectuado más de 3.400 rescates, aunque aún hay docenas de personas aisladas y desaparecidas
Junto con otras siete personas lograron sobrevivir a la tragedia
La Policía Nacional ha recuperado multitud de efectos sustraídos, entre ellos relojes y joyas