
La Junta compensa la anulación del toque de queda con el cierre generalizado de todas las actividades a las 20.00 horas en toda la Comunidad: ni bares, ni comercios ni nada que no sea esencial.
Un cierre total como respuesta a la nulidad legal del toque de queda adelantado. La Junta de Castilla y León ha establecido como horario máximo las 20.00 horas para establecimientos, actividades y servicios que tienen autorizada la apertura. Esto supone el cerrojazo total a las actividades a partir de las ocho de la tarde, la respuesta que da el Gobierno regional a la decisión del Supremo de anular su decisión de anticipar precisamente a esa hora el toque de queda hace un mes y que ahora ha quedado sin efecto tras un duro auto del Supremo.
"El toque de queda ha sido uno de los elementos fundamentales para frenar la pandemia", ha explicado Alfonso Fernández Mañueco, que ha expresado que asume la decisión del alto tribunal, pero que ha tomado decisiones adicionales.
“Asumimos la decisión del Tribunal Supremo y también insistimos en que el toque de queda ha sido uno de los elementos fundamentales para frenar la pandemia”, ha afirmado el presidente de la Comunidad, que destacó que de forma inmediata, tras conocer el auto, firmó un acuerdo para dar el “debido cumplimiento” al mismo. “Siempre he dicho, que somos garantes y cumplidores del estado de derecho”, ha añadido.
El presidente ha anunciado que ha firmado un acuerdo para dejar sin efecto el toque de queda a las 20.00 horas y también el nuevo horario en Castilla y León, entre las 22.00 horas y las 6.00 de la mañana. Y además, de manera complementaria, ha decidido el cierre total de actividad a partir de las 20.00 horas en todo el territorio. A partir de esa hora no podrá abrir ningún establecimiento que no sea esencial: ni hostelería, ni comercio ni actividades culturales.
Fernández Mañueco ha pedido esperar a que el Supremo haga su auto definitivo en los próximos meses, ya que asegura que en su decisión de hoy el alto tribunal no entra en el fondo, aunque en el contundente auto asegura que la decisión de la Junta suponía una "restricción ilegítima" e "irreparable" y que el presidente regional no podía tomar esta decisión.
El presidente regional ha defendido la medida que tomó en su día de adelantar el toque de queda al ver cómo llegó la ola diez días después y cómo después han bajado a la misma velocidad las incidencias en todas las provincias. "Esta medida, unida a otras medidas que habíamos adoptado con anterioridad y el trabajo que siguen realizando las personas de la consejería de Sanidad con el cribado, las pruebas y el rastreo ha contribuído a ser una de las comunidades que en este momento tiene un descenso más vertiginoso", ha dicho.
"Lo que hemos intentado es proteger a las personas de Castilla y León. Es una medida que se ha entendido con claridad desde el primer día, de manera abrumadora, casi por unanimidad, se podía comprobar la soledad de las calles que ponía en valor el respaldo a esta medida", ha explicado Mañueco que ha reconocido que ahora la medida queda sin efecto por el Tribunal Supremo.
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