En un momento en el que el acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los grandes quebraderos de cabeza en España, el Ayuntamiento de Salamanca ha respondido con una política sostenida en el tiempo, bien planificada y con un objetivo nítido: ampliar la oferta de alquiler asequible. A través del Patronato Municipal de Vivienda y Urbanismo, la ciudad ha levantado un modelo propio, autofinanciado fundamentalmente con la venta y el arrendamiento de sus inmuebles, que desde 1988 ha permitido entregar 66 edificios residenciales con un total de 2.549 viviendas protegidas, tras superar los 135 millones de euros de inversión.

Solo en los últimos siete años, esta estrategia se ha concretado en la construcción de 326 viviendas municipales de alquiler asequible, de las que 59 han sido finalmente adquiridas por sus inquilinos gracias a fórmulas con opción de compra.

Las nuevas promociones han dado prioridad a menores de 36 años y a personas mayores o con movilidad reducida, con rentas entre 250 y 300 euros y, en algunos casos, opción de compra

Estas 326 viviendas se han diseñado como hogares prácticos y cómodos, con una superficie aproximada de 65 metros cuadrados, distribuidos en dos o tres dormitorios, trastero y plaza de garaje. Las rentas se han situado en el entorno de los 250-300 euros mensuales, muy por debajo de los precios de mercado en muchas ciudades. Las promociones se han repartido por distintos barrios —Capuchinos, Ciudad Jardín, El Rollo, Huerta Otea, Pizarrales y San Bernardo—, lo que ha permitido equilibrar la oferta, revitalizar distintas zonas urbanas y favorecer la mezcla social. Además, en torno a un 30% de estas viviendas se ha reservado de forma exclusiva o preferente para menores de 36 años, contribuyendo a facilitar la emancipación juvenil en un contexto de salarios ajustados y precios tensionados.

Edificio de viviendas de alquiler asequible levantado en Capuchinos

El compromiso con el alquiler asequible continúa con nuevas promociones. En Pizarrales, en la calle Obispo Sancho de Castilla, avanza la construcción de una promoción de 55 viviendas de alquiler, de las cuales tres son adaptadas para personas con movilidad reducida. Las bases de adjudicación aprobadas han marcado como criterio esencial la prioridad para los menores de 36 años. Este enfoque generacional persigue retener talento, afianzar proyectos de vida en la ciudad y acompañar a quienes encuentran más obstáculos para entrar en el mercado libre de vivienda.

En paralelo, se ha procedido a la entrega de llaves de otras 48 viviendas protegidas de alquiler en el barrio de Capuchinos, específicamente orientadas a personas mayores o con movilidad reducida. Este proyecto refuerza un modelo de convivencia que combate la soledad no deseada y que ya se había puesto a prueba en la promoción de 45 viviendas del Centro de Convivencia Victoria Adrados, donde se ha consolidado un entorno residencial accesible, con apoyos, servicios cercanos y vida de barrio.

La planificación reciente incorpora, además, soluciones integrales que miran a la ciudad en su conjunto. Para 2026 está programada la construcción de una promoción de 33 viviendas protegidas de alquiler en la calle Túnel de la Televisión, en un edificio que, como valor añadido, incluirá 222 plazas de aparcamiento en una zona donde existe una elevada demanda de estacionamiento. De este modo, la política de vivienda se vincula con la movilidad y con la mejora del espacio público, multiplicando el alcance social de cada euro invertido.

Edificio en construcción en Pizarrales.

La financiación de este modelo ha recaído, en su mayor parte, en los recursos propios del Patronato, lo que ha permitido dar estabilidad al programa sin sobrecargar el presupuesto general del Ayuntamiento. En momentos concretos se ha contado con la colaboración de la Junta de Castilla y León, mientras que las dos promociones actualmente en marcha —las 55 viviendas de Pizarrales y las 48 de Capuchinos— se han reforzado con fondos europeos Next Generation. Esta combinación de fuentes ha permitido mantener un ritmo sostenido de producción, introducir criterios de eficiencia energética y accesibilidad y, al mismo tiempo, contener los precios finales para los inquilinos.

El contraste con otras administraciones resulta evidente. Mientras Salamanca ha mantenido un calendario constante de promociones públicas, el Gobierno central no ha construido hasta la fecha vivienda pública en la ciudad y tampoco ha cedido al Ayuntamiento el solar de titularidad del Ministerio de Defensa situado junto a El Corte Inglés, donde el Consistorio ha planteado levantar viviendas para mayores y personas con movilidad reducida. El anuncio estatal de impulsar vivienda sobre suelos de Defensa encontró en Salamanca una oportunidad clara para hacerse realidad, bien directamente o permitiendo que el Ayuntamiento la asumiera; sin embargo, esa cesión no se ha producido.

Rehabilitación de barrios

La política municipal de vivienda no solo garantiza un hogar a quienes cuentan con menos recursos, sino que también contribuye a modernizar los barrios, hacerlos más accesibles y mejorar su calidad de vida, al tiempo que mantiene actividad y empleo en el sector de la construcción.

En el barrio de Garrido, el Ayuntamiento ha abordado la renovación de las calles Gladiolos, Orquídeas, Nenúfar y el paseo de los Robles, dentro del Entorno Residencial de Rehabilitación Programada (ERRP).

Con una inversión de 497.000 euros, se ha rediseñado la configuración de los viales, reservando espacio libre de servicios para la ejecución de las obras de ampliación de los portales con vistas a la instalación de ascensores. En las calles Nenúfar y Gladiolos, los viales se han transformado en plataforma única tipo 'calle residencial', con el fin de mejorar la accesibilidad de las personas con discapacidad o movilidad reducida y reforzar la seguridad frente a incendios.

Para conservar el número de plazas de estacionamiento en el entorno, la supresión de aparcamientos en estas calles se ha compensado con una reorganización de las plazas existentes en el tramo del paseo de los Robles comprendido entre la calle Los Tilos y la avenida de Los Cedros.

En la calle Gladiolos se encontraban unos balcones situados a muy poca altura, lo que impedía que el espacio de acera situado bajo ellos resultara accesible. Por ello, se ha optado por cerrar esos huecos mediante fábrica de ladrillo chapada con granito. En la misma calle, y también en la del Nenúfar, se han colocado barandillas de acero inoxidable en los accesos a sótanos con escaleras para incrementar la protección frente a caídas.

Imagen de la intervención en la calle Gladiolos, en Garrido.

La mejora de la calidad urbana se ha completado con la renovación de los pavimentos por otros más estéticos y la instalación de nuevo mobiliario urbano. También se han diseñado parterres y alcorques con plantaciones de árboles y arbustos en la calle Gladiolos y en el paseo de los Robles. En la calle Acacias, los cuatro alcorques existentes se han complementado con otros cuatro nuevos con árboles, mientras que en la acera ampliada de la calle de Los Tilos se han dispuesto siete alcorques adicionales para su correspondiente arbolado.

Finalmente, se ha renovado la red de alumbrado público, sustituyéndola por una de tecnología led, más eficiente desde el punto de vista energético, y se han ejecutado canalizaciones subterráneas que permiten el soterramiento de todo el cableado y su retirada de las fachadas por parte de las compañías de servicios.

Este Entorno Residencial de Rehabilitación Programada forma parte del conjunto de actuaciones que el Ayuntamiento de Salamanca tiene en marcha, junto con las calles colindantes a la Escuela Municipal de Música en Garrido, Ciudad Jardín, los bloques de Nícar en el barrio de El Carmen y la segunda fase de Chinchibarra.