El suicidio ha sido un tema tabú durante décadas, pero esa situación empieza a cambiar. Es un problema que despierta interés y sobre el que la sociedad demanda información, a tenor del interés que la jornada ‘Salud mental y Prevención del Suicidio’, organizada por Tribuna Grupo, ha despertado en Salamanca.

Decenas de personas han llenado salón de recepciones del Ayuntamiento de Salamanca, donde Emi Caídas y Silvia Álava han respondido algunas de las preguntas que siempre ha despertado el suicidio y que en la mayoría de ocasiones no nos hemos atrevido a preguntar.

Entre los asistentes, nombres propios como los ediles Miryam Rodríguez, Vega Villar y Juan José García Meilán; el responsable del CES, Enrique Cabero; el delegado para el corredor Atlántico, Luis Fuentes, además de integrantes de numerosas asociaciones de salud y ayuda mutua, estudiantes de Psicología e incluso alumnos de Bachillerato.

La intervención de Emi Caídas, de la asociación 'Hablemos para la prevención y posvención del suicidio', ha plasmado su experiencia como madre de un hijo que se quitó la vida y su intervención ha dejado sin palabras a los presentes. Entre sus mensajes, directos y que han caído como mazazos entre el público, han destacado la petición de crear "por favor" una asociación para la prevención en Salamanca, que la empatía es fundamental porque "con muy poquito podemos hacer mucho" y que "hablar salva vidas", frases que han levantado los murmullos de aprobación entre los asistentes.

Silvia Álava ha repasado las nociones básicas sobre la salud mental y los riesgos de que se "rompa". Antes de la pandemia, un 25% de la población ya sufría problemas de salud mental y "todos y cada uno de nosotros tenemos un papel en nuestra salud mental". Durante su alocución ha planteado preguntas a los espectadores para que se cuestionen detalles acerca del camino que "estamos recorriendo". Por ejemplo, si la sociedad nos exige demasiado, cómo ha cambiado nuestro entorno o cómo nos afecta la soledad u si tenemos una red que nos proteja. "Por desgracia hay gente que no tiene" a nadie que le "acompañe o le sostenga".

¿Hay señales?

Durante el turno de preguntas, surgió la que todos los padres con hijos adolescentes tienen rondándoles la cabeza: ¿Qué señales indican que alguien podría estar pensando en el suicidio? Emi Caídas reveló que "hay señales, factores de riesgo y factores precipitantes". Una de las que se han detectado en casos de adolescentes "es que empiezan a aislarse de los amigos, la familia y el colegio. Se quedan en sí mismos, expresan muy puntualmente ideas como 'no valgo para nada', 'estoy haciendo sufrir a los demás...'" A estos mensajes se unen "señales autolíticas" como cortes o lesiones porque "el dolor emocional lo tapan con el físico. No son capaces de verbalizar el dolor emocional".

Silvia Álava coincide en señalar estos indicios y ahonda en ellos, aunque advierte que "no hay una guía" que recopile todas las pistas. "Hay que observar cualquier tipo de cambio. El 20% de los adolescentes se están autolesionado porque el dolor físico mata al emocional, pero cada vez necesitan una cantidad mayor. Cuanto más se autolesionen y de forma más severa, más probable es" que cometa un intento de suicidio.

También recomienda valorar las "situaciones dramáticas previas" que ha vivido el adolecente, como sentirse rechazados por los amigos, un desengaño amoroso o casos de acoso escolar y no juzgarlas desde el punto de vista adulto "porque no sabemos cómo lo están viviendo. Puede haber muchos factores precipitantes".

Ambas pidieron también vigilar con "mucho cuidado" las 'rachas positivas' espontáneas que manifiestan tras una mala etapa, porque "al tener clara la decisión, sienten alivio", y también si dejan mensajes que podrían interpretarse como despedidas. "Pero esto no es 2+2. Un exceso de alegría puede ser una forma de querer despedirse".

"El mensaje es que hay salida"

Finalmente, ambas aludieron al trato que algunos medios de comunicación brindan a los casos de suicidio, centrándose en la parte más morbosa en vez de plentearse los porqués. "Hay muchos deberes por hacer", explicó Emi Caídas. Algunos medios nacionales "se has cebado" con los últimos casos a pesar de contar con guías y recursos de cómo actuar. "Es vital, es fundamental que se pongan sobre la mesa porque a lo mejor lo podemos parar".

Álava, por su parte, ha pedido transmitir el mensaje de que se puede pedir ayuda "porque hay salida. Lo más probable es que la persona no quiera dejar de vivir, sino dejar de convivir con el dolor. Hay personas a las que les importa. Hay que hablar de que hay una salida, de que se puede pedir ayuda y cuentan con recursos para ayudar a convivir con ese dolor, gestionarlo y darse un margen de tiempo para ver otras posibilidades".