La llegada de diciembre está marcada por un nuevo escenario meteorológico en toda la Península. Tras el paso de un frente durante el fin de semana, la situación tenderá a estabilizarse a partir del lunes, con cielos más despejados y un descenso claro de las temperaturas nocturnas. Ese patrón general también se reflejará en Salamanca, donde la semana comienza con ambiente invernal, heladas moderadas y un aumento del frío al amanecer.

Lunes: estabilidad y madrugadas frías

La mejora del tiempo tras el frente traerá cielos poco nubosos y ausencia de precipitaciones en la provincia. Este escenario, habitual en estas fechas, irá acompañado de un enfriamiento nocturno más notable: las madrugadas serán frías, con temperaturas mínimas por debajo de los valores del fin de semana y probabilidad de heladas débiles en áreas rurales.

Durante el día, las máximas serán suaves, cercanas a los valores habituales de principios de diciembre, sin superar grandes contrastes térmicos.

Martes: descenso de mínimas y ambiente invernal

La madrugada del martes será la más fría de la semana. El descenso térmico previsto hará que las temperaturas mínimas sean más bajas, aunque no extremas, dejando heladas aisladas en zonas del interior provincial. El ambiente diurno permanecerá estable, con intervalos de nubes altas y sensación de frío a primeras horas.

Miércoles y jueves: regresan las lluvias

A partir del miércoles la situación meteorológica cambia. El avance de nuevos frentes atlánticos -que afectarán a buena parte de la Península- traerá precipitaciones a Salamanca. El episodio más significativo se espera el jueves, cuando las lluvias serán más frecuentes e intensas, sobre todo en la capital y el oeste de la provincia. No se descartan también cielos muy cubiertos y una sensación térmica más húmeda.

Pese a la inestabilidad, las temperaturas mínimas tenderán a recuperarse, situándose por encima de los seis grados, lo que suavizará las madrugadas y reducirá la probabilidad de heladas.

Viernes: mejora progresiva

Al final de la semana la situación podría estabilizarse de nuevo. Las lluvias darían paso a intervalos nubosos y temperaturas en valores normales o incluso algo superiores para la época, con mañanas frías pero sin el descenso brusco observado al inicio de la semana. Las máximas, aunque contenidas, colaborarán a una sensación térmica más confortable.

De cara al puente de diciembre -uno de los más largos del año- la incertidumbre aún es elevada. En general, las previsiones nacionales apuntan a que la mitad norte peninsular podría registrar temperaturas ligeramente más altas de lo habitual y que las precipitaciones más abundantes se concentrarían en el extremo norte. Aunque es pronto para afinar detalles, todo indica que Salamanca mantendrá la tónica general de estabilidad con episodios de nubosidad variable y temperaturas acordes a la época, sin descartar algún frente débil asociado a la circulación atlántica.