Ni las películas de acción ni las de humor negro podrían haber escrito un guion tan peculiar. La Guardia Civil ha detenido en Zamora a un hombre de unos 60 años que intentó atracar un concesionario de coches en el corredor de Roales, a las afueras de la capital, armado con lo que parecía ser una pistola… aunque en realidad era de balines.

El presunto atracador, de nacionalidad española y con un amplio historial delictivo, entró en el establecimiento con la intención de llevarse algo más que un coche de segunda mano.

Sin embargo, el golpe se torció pronto: los trabajadores del concesionario se percataron de que el arma no parecía tan peligrosa como él pretendía y dieron aviso inmediato a la Guardia Civil.

Lejos de rendirse, el hombre emprendió la huida a pie, valiéndose de una muleta. A pesar de su cojera, logró avanzar algunos metros antes de ser interceptado por una patrulla del puesto de Carbajales de Alba, que probablemente no tuvo que batir ningún récord de velocidad para alcanzarlo.

El detenido está acusado de un delito de robo con violencia e intimidación en grado de tentativa. Su 'arma' —una pistola de aire comprimido— ha sido incautada. El episodio, ocurrido en el término municipal de Valcabado, ha dejado a los vecinos entre la sorpresa y la incredulidad, pues no todos los días se presencia un intento de atraco a medio paso