César A., el exguardia civil en prácticas acusado del apuñalamiento mortal de su expareja -la enfermera vallisoletana de 23 años Teresa Rodríguez-, ha sido declarado este jueves culpable de asesinato.

El juicio se ha celebrado en el Palacio de Justicia de Bruselas, ciudad donde sucedieron los hechos. El jurado de doce personas, formado por ocho hombres y cuatro mujeres, se ha pronunciado de forma afirmativa sobre las tres preguntas que se le plantearon: si el acusado era culpable, si hubo premeditación y si los objetos punzantes (cuchillos) encontrados en el lugar del crimen fueron utilizados como arma.

El jurado considera que César A. es "culpable de haber cometido voluntariamente, con intención de dar muerte y con premeditación, el homicidio de Teresa Rodríguez el 27 de octubre de 2022 en el distrito judicial de Bruselas", según el veredicto recogido por EFE.

La encargada de leer el veredicto ha detallado el alcance de las heridas que sufrió la joven y ha narrado la sucesión de hechos que concluyeron con la muerte de Teresa.

"Dado el número y la violencia de las cuchilladas, la naturaleza de las armas utilizadas -es decir, dos cuchillos de buen tamaño-, la ubicación de las heridas en la zona vital, la profundidad de las heridas y la sección de la arteria carótida, el acusado no pudo haber tenido otra intención que matar", proseguía el veredicto.

Además, el jurado considera a César A. responsable de sus actos y no ha detectado "elementos psicóticos o manifiestamente bipolares ni antes" ni durante ni después de los hechos, ya que se trata de actos premeditados en los que, por ejemplo, empleó un arma "cuya efectividad había estudiado".

Por otro lado, concluye el jurado, "la circunstancia de que más tarde hubiera querido suicidarse no le resta valor a su voluntad deliberada de matar a la víctima".

En la mañana del viernes, el jurado deberá determinar la condena tras una nueva deliberación. La Fiscalía ha solicitado la cadena perpetua contra el acusado.

Familiares de Teresa han considerado, en declaraciones a EFE, que el autor confeso de este crimen solo ha mostrado su arrepentimiento a efectos de obtener una condena más favorable.

El 27 de octubre de 2022, César A., un guardia civil en prácticas que posteriormente fue expulsado del instituto armado, viajó desde España hasta el piso donde residía Teresa Rodríguez Llamazares, cerca de la Grand-Place de Bruselas, para intentar recuperar su relación con esta enfermera que trabajaba en el instituto especializado en oncología Jules Bordet.

El ahora condenado le asestó más de 150 puñaladas hasta acabar con su vida, para acto seguido lanzarse por la ventana del apartamento –se desconoce si con la intención de suicidarse o de escapar-, lo que le produjo heridas graves por las que tuvo que ser atendido en la UCI, antes de pasar a disposición judicial y posteriormente ingresar en prisión.