La Delegación de Salamanca del Colegio Oficial de Arquitectos de León (COAL) reabre sus puertas este mes de octubre tras una profunda reforma que ha transformado por completo sus instalaciones, convirtiéndolas en un espacio más accesible, eficiente y abierto a toda la ciudadanía.

La renovación, fruto del concurso de ideas organizado por el propio Colegio, ha llevado a la ejecución de la propuesta ganadora 'MIRAT2024', de los arquitectos Pablo Alonso y Miriam Otero. El resultado es un entorno diáfano y luminoso, donde la luz natural se convierte en protagonista gracias a una galería acristalada orientada a la calle, que mejora el confort de trabajo y proyecta una imagen renovada del Colegio hacia la ciudad.

La sostenibilidad ha sido un pilar esencial de la intervención. La nueva envolvente del edificio, con carpinterías de altas prestaciones, contraventanas metálicas practicables y una galería que funciona como cámara de protección, reduce significativamente la demanda energética en calefacción y refrigeración. Además, la instalación de un sistema de climatización basado en aerotermia y ventilación mecánica controlada, junto con iluminación LED regulable mediante DALI, permite un importante ahorro de energía y mejora el confort visual de todos los usuarios.

La sede, que ahora alcanza una alta calificación energética, cuenta con una distribución que combina funcionalidad y apertura al público. Incluye salas de reuniones, biblioteca y un gran espacio polivalente para conferencias, cursos, presentaciones y actividades culturales, todo ello con un cuidado acondicionamiento acústico que garantiza el confort en actos colectivos.

La accesibilidad ha sido otro eje fundamental de la reforma. Los recorridos interiores son completamente adaptados, sin desniveles y con pavimentos seguros; se han creado aseos accesibles y un mostrador de atención inclusivo. Incluso se ha solucionado el acceso desde la calle mediante ascensor, algo que antes no estaba disponible.

Con esta renovación, la Delegación de Salamanca del COAL no solo mejora las condiciones de trabajo de los arquitectos, sino que se convierte en un espacio de encuentro abierto a todos los ciudadanos. Ahora, cualquier vecino puede acercarse para informarse, conocer a arquitectos colegiados, participar en actividades culturales o descubrir cómo la arquitectura puede transformar la vida cotidiana.