Salamanca ha vivido en 2024 una notable transformación en su parque residencial, con 1.352 segundas residencias que pasaron a convertirse en viviendas principales. Esta cifra se enmarca dentro de una dinámica regional iniciada tras la pandemia y que se ha intensificado en el último año, impulsada por la escasez de nueva oferta inmobiliaria y el cambio de hábitos residenciales.

Con este reajuste, Salamanca cuenta ahora con un total de 247.798 viviendas, de las que 146.691 se utilizan como residencia habitual y 101.107 permanecen como segundas viviendas o con uso esporádico.

Esto coloca a la provincia como la cuarta de Castilla y León con más viviendas secundarias, por detrás de León (149.469), Burgos (123.469) y ligeramente superada por Ávila (99.090).

Este cambio responde a un fenómeno general en Castilla y León, donde casi 10.000 viviendas que antes eran utilizadas para estancias temporales o vacaciones se han reconvertido en hogares habituales en apenas un año. En todo el territorio, el número de viviendas principales aumentó en 14.200, mientras que la obra nueva sigue sin satisfacer la demanda, con solo 7.500 nuevas viviendas construidas anualmente en la región (5.000 pisos y 2.500 unifamiliares).

Además, el stock de vivienda nueva sin vender crece, también en Castilla y León, con 29.932 viviendas sin estrenar a finales de 2024, lo que representa un 6,5 % del total nacional. Esto contrasta con comunidades donde este excedente se ha reducido o eliminado por completo.

Fuente: Datos recogidos de Ical