Las diez hermanas agustinas del Convento de la Pasión de San Felices de los Gallegos han celebrado la elección del cardenal Robert Francis Prevost como nuevo papa León XIV. Para esta comunidad religiosa, según han informado desde la Diócesis de Ciudad Rodrigo, la elección de Prevost ha tenido un significado muy especial, ya que algunas de ellas lo conocieron y saludaron personalmente durante un encuentro con jóvenes religiosas que se celebró en agosto de 2011 en el Monasterio de El Escorial en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud, cuando el ahora pontífice era superior general de la Orden de San Agustín.

Cinco religiosas de esta comunidad de la Diócesis mirobrigense participaron en aquel encuentro con jóvenes consagradas, donde compartieron una comida con él. Entre ellas estaba Sor Fátima, quien recuerda ese momento con gran emoción: "Lo hemos abrazado y ahora es papa. En aquel momento solo pensábamos que estábamos con nuestro padre general. Nadie se imagina que esa persona llegará a ser papa", afirma.

De aquel instante conservan una fotografía, que hasta ahora guardaban como un recuerdo. "Siempre que tomamos fotografías así, las guardamos. Y ahora que ha salido esta sorpresa, pues todo el mundo busca la foto, y sí, la teníamos ahí", comenta.

Esa imagen, tomada durante la comida compartida en El Escorial, recoge a las cinco religiosas que participaron en aquel encuentro junto al ahora papa León XIV, de las que actualmente cuatro viven en la comunidad de San Felices: Sor Inmaculada (de Kenia), Sor Fátima (Guatemala), Sor Escolástica y la actual superiora del convento, Madre Rita.

Ese fue el único momento que compartieron con Prevost, pero lo recuerdan con gratitud: "Pudimos estar con él en la comida y saludarle. Nos pareció una persona muy sencilla, cercana. Además, cuando es una persona así, un general, no cualquiera se acerca o puede estar con él. Y en ese tiempo nosotras tuvimos esa oportunidad y nos produjo mucha alegría", han contado.

El nombramiento del sucesor del papa Francisco ha sido motivo de agradecimiento para la Orden de San Agustín. En este sentido, para estas hermanas "ha sido una gran alegría que un agustino, un hermano nuestro, un padre, haya llegado al papado".

Desde esta pequeña comunidad monástica el júbilo por el nuevo papa se transforma también en oración por el ministerio que ahora asume el nuevo sucesor de Pedro: "Nos alegra mucho que haya llegado a donde está. Y lo único que podemos decir de él, es que ha sido un buen padre", señala sor Fátima refiriéndose a su etapa como superior general de la orden. "Deseamos que, con la gracia de Dios y nuestras oraciones, pueda llevar a cabo el papado. No debe ser fácil, me imagino, pero con la ayuda de Dios todo se puede".