El Ropero de Puente Ladrillo ha enviado su decimoquinto contenedor de ayuda humanitaria a Capiatá, Paraguay, en el marco de su vigésimo aniversario. Este cargamento incluye ropa, mantas, material escolar, utensilios de cocina y libros, destinados a apoyar a personas en situación de vulnerabilidad.

Esta iniciativa solidaria nació en 2004 como respuesta a las difíciles condiciones en las que se encontraban muchas familias migrantes en Salamanca. Uno de los casos que impulsó su creación fue el de una familia ecuatoriana que, al llegar a la ciudad, tuvo que compartir vivienda con una docena de personas, sin colchones ni calefacción y con recursos muy limitados. Experiencias como esta motivaron la puesta en marcha del proyecto, que desde entonces ha ofrecido apoyo a quienes más lo necesitan.

Durante estos 20 años, el Ropero ha movilizado a cientos de voluntarios y ha promovido valores de integración y acogida. Un mensaje que se compartía en sus inicios y que sigue vigente hoy en día expresa esta filosofía: "Además de ropa, ¿qué más necesito? Una persona amable, una sonrisa, que me miren a los ojos, que me respeten, que no me desprecien y que me acojan".

El envío de este contenedor ha sido posible gracias a la colaboración de numerosos vecinos de distintos barrios y municipios de Salamanca, como Puente Ladrillo, Chamberí, Santa Marta, Prosperidad, Alba de Tormes y Sando, así como de grupos Scouts de Salamanca, Molokai, la Fundación Mil Caminos, Santiago Uno y varios centros educativos. Además, han participado personas de diversas nacionalidades, entre ellas Guinea, Ghana, Nigeria, Guinea Ecuatorial, Bolivia, Colombia, Marruecos, Argelia y Argentina, todas unidas con el propósito de brindar apoyo a quienes más lo necesitan.

Con la llegada del nuevo párroco, Jorge Sotelo, el proyecto sigue adelante con su compromiso de mantener los comedores sociales, los talleres de costura y la biblioteca. Desde la organización destacan, además, el respaldo continuo de los párrocos de Puente Ladrillo y de la Asociación Puente Vida, quienes facilitan la logística y los espacios necesarios para llevar a cabo esta labor.

Este nuevo envío refuerza el papel del Ropero de Puente Ladrillo como un referente de solidaridad en Salamanca, consolidando su trayectoria de dos décadas al servicio de los más vulnerables.