Una mañana más, y como sucede desde hace varios días, la mañana en Salamanca ha amanecido teñida de blanco. No se trata de nieve, sino de un fenómeno aún más especial y efímero: la cencellada. Un espectáculo natural que transforma el paisaje de la provincia en una postal invernal debido a la delicada capa de hielo que brilla bajo los primeros rayos del sol.

La cencellada se produce cuando la niebla en suspensión, con temperaturas bajo cero, se congela al entrar en contacto con las superficies, formando diminutos cristales de hielo. En estos días de frío intenso, este fenómeno se ha convertido en un visitante constante en los amaneceres salmantinos, dando un aspecto fantasmal y a la vez hermoso al entorno rural y urbano.

Un fenómeno, aunque visualmente impactante, con el que hay que mantener la precaución porque las carreteras pueden volverse resbaladizas debido a la acumulación de hielo, lo que exige una mayor precaución por parte de conductores y peatones. 

Salamanca se encuentra en aviso amarillo por nieblas también hoy jueves, que podrán ser persistentes y engelantes. Las temperaturas máximas bajarán en la en la meseta y sin cambios o en ligero ascenso en el resto. Las mínimas se moverán entre los dos bajo cero mientras que las máximas oscilarán entre los 13 grados.