Como cada 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, los salmantinos han cumplido con la tradición de visitar los cementerios para depositar flores en las tumbas de sus seres queridos en señal de recuerdo. Desde primera hora, en los cementerios de Salamanca, San Carlos Borromeo y Virgen de la Salud, ha sido continuo el ir y venir de los visitantes que se han acercado en un día de especial recuerdo de los familiares y seres queridos que ya no están entre nosotros.

Incluso, siguiendo la tradición, han sido muchos los que en días anteriores se han acercado para limpiar las sepulturas y que estuvieran preparadas para recibir las flores y velas en una de las jornadas señaladas en el calendario religioso.

Más allá del significado religioso de esta tradición, acudir al cementerio este 1 de noviembre es una forma de recordar al que no está, pero también es una forma de celebrar la vida y los momentos compartidos con los seres queridos.

Este sábado, 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, el obispo de Salamanca, José Luis Retana, presidirá la misa de las 17 horas en la capilla del cementerio San Carlos Borromeo, con el acompañamiento del coro Don Bosco. Además, durante la jornada de este viernes, Día de Todos los Santos, se celebran tres misas esta capilla a lo largo del día, mientras que la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz, que tiene en la capilla una de sus imágenes titulares, pone en veneración al Santísimo Cristo de la Liberación.

Asimismo, con motivo de la celebración de Todos los Santos y para facilitar la fluidez del tráfico en el acceso a los cementerios de la capital, el Ayuntamiento de Salamanca ha diseñado un dispositivo especial de tráfico, que estará vigente durante todo el fin de semana.