Alba de Tormes ha celebrado este martes el día grande de sus fiestas patronales en honor a Santa Teresa con los actos religiosos centrales en torno a la Santa. Así, la jornada ha comenzado con un pasacalles y cabezudos por las calles de la localidad, a la que ha seguido la eucaristía solemne en la iglesia de La Anunciación, presidida por el obispo de Salamanca y Ciudad Rodrigo, José Luis Retana.

Ya por la tarde, la celebración se ha trasladado hasta la plaza del Peregrino, donde ha tenido lugar una ofrenda floral ante la estatua de la Santa realizada por Venancio Blanco. A pesar de la amenaza de lluvia, la cita ha sido una de las más emotivas de la jornada, en la que han participado asociaciones, clubes deportivos, particulares y devotos, que depositaron las flores a los pies de la Santa.

La lluvia que hizo presencia durante buena parte de la jornada hizo temer que la procesión que estaba prevista durante la tarde tuviera que suspenderse o acortarse de alguna manera pero finalmente pasado el mediodía remitió el aguacero y aunque con algún ligero chispeo, las puertas del convento se abrieron para la salida de clausura de la imagen de la Santa y su santo brazo, que recorrieron las calles de la villa ducal.

Como novedad, sobre la imagen el collar de corazones transverberados regalado por el convento de Madres Carmelitas Descalzas de Santa Ana y San José de Madrid (Siglo XVIII) y que fue descubierto sobre su cuerpo durante la apertura del sepulcro el pasado 28 de agosto. Posteriormente este collar se expondrá en las vitrinas de la sala de reliquias del museo Carmus.

La jornada se ha completado con una batucada, el rezo del Santo Rosario, un tributo a Joaquín Sabina y un toro de fuego sin buscapies.