Sequeros era el punto de partida de la etapa decisiva de la Vuelta a Salamanca y como requería por importancia el inicio fue explosivo. Con el alto de San Martín prácticamente de salida, Dani Cavia (Cortizo) y Diribaine (Gomur) eran los primeros en pasar a la acción, consiguiendo una ventaja de 15 segundos tras coronar el pico.

Sin tiempo para el respiro, arrancaba la subida a peña los Lobos, donde el vallisoletano del equipo Cortizo sacaba de punto a su compañero de aventura, quedándose solo en cabeza. Por detrás, corredores como Íker Pérez (Caja Rural - Alea) saltaban del gran grupo buscando conectar con cabeza de carrera. Transmitiendo muy buenas sensaciones, Cavia coronaba el alto seguido de cerca por su compañero de equipo Martín Rey y Lucas Lopes (Super Froiz), ambos protagonistas en la jornada del domingo. Tras un vertiginoso descenso, el tándem que rodaba en persecución llegaba a la altura de cabeza de carrera aventajando al pelotón, fragmentado en varios grupos, en 1 minuto.

Con Lopes y Rey superando a Carrascosa (Finisher) virtualmente en la clasificación general, el buen entendimiento reinaba en la escapada mientras el gran grupo parecía no tener capacidad de reacción. La situación de carrera cambiaría tras neutralizarse la carrera momentáneamente a 35 kilómetros de meta tras varias caídas, cuando tras retomar la marcha el Polti - Kometa decidía entregarse buscando neutralizar la fuga.

Lucas Lopes culmina la Vuelta a Salamanca con un amplio botín, consiguiendo la clasificación general, la sub23 y el premio de los esprines especiales. Dani Cavia logra el maillot de la montaña y de las metas volantes además de ser nombrado corredor más combativo de la jornada mientras su compañero Martín Rey (Cortizo) hace lo propio en la regularidad. Antonio González (Polti Kometa) finaliza como mejor corredor castellanoleonés y el Cortizo como mejor escuadra.