Cada salmantino recicla 46 envases de vidrio al año, según los datos recogidos por Ecovidrio, la entidad encargada de la gestión del reciclado de este tipo de residuos en España. La suma total asciende a 4.375 toneladas, a una media de 13,4 kilos por personas. 

El reciclaje de envases de vidrio "es un elemento clave en la lucha contra el cambio climático y la descarbonización de nuestra economía". De acuerdo a Ecovidrio, los kilos recuperados en Salamanca han evitado la emisión de 2.537 toneladas de CO2 (una cantidad equivalente a retirar 1.185 coches de la carretera durante un año), evitar la extracción de más de 5.250 toneladas de materias primas (arena, sosa y caliza) y ahorrar 3.124 Mwh de energía.

Sin embargo, la provincia aún se mantiene a la cola de Castilla y León en aportación ciudadana al contenedor verde (21,1 kilos de media) y muy por debajo de la media nacional (19,2 Kg/hab, unos 66 envases por persona).

En cuanto al resto de provincias, Burgos lideró la aportación ciudadana a la recogida selectiva en la región con un total de 26,4 kg/hab, seguida de Segovia (24,4 kg/hab), Palencia (21,4 kg/hab), Soria (19,4 kg/hab), Valladolid (18,1 kg/hab), León (17,2 kg/hab), Zamora (15,3 kg/hab), Ávila (14,6 kg/hab).

Para facilitar la separación de los envases, Salamanca cuenta con 2.125 contenedores verdes repartidos por toda la provincia, 1 por cada 154 habitantes. Así, según Ecovidrio, durante 2023, los salmantinos han depositado en los contenedores unos 41.051 envases de vidrio al día y unos 28 envases por minuto.

El reciclaje en Castilla y León

La recogida selectiva alcanzó las 50.180 toneladas. De esta manera, cada castellanoleonés depositó 21,1 kg de envases de vidrio, el equivalente a unos 72 envases por persona. Este dato sitúa a Castilla y León por encima de la media nacional.

Además de todo el vidrio depositado en los contenedores verdes por los ciudadanos, Ecovidrio recuperó en Castilla y León, de forma complementaria, 2.319 toneladas de residuos de envases de vidrio que no fueron correctamente separados en origen y que pudieron recuperarse en el Centro de Tratamiento de Residuos de Gomecello en Salamanca.