Había que hacer buenas las sensaciones logradas en el encuentro de Copa del Rey ante el Gernika. Ganar en el Reina Sofía, sí o sí, por clasificación, por moral, por tu afición. Y dentro de ese intento continuidad, Dani Ponz incorporó a Cacharrón en el once inicial (no era titular en liga desde el encuentro ante el CD Lugo), dejando a un goleado Iván Martínez, con siete goles en tres jornadas, en el banquillos. Junto a él, podría decirse once de gala en el conjunto charro: Erik Ruiz y Ramiro de centrales, los laterales para Ekaitz y Carlos Giménez, con Nespral y Javi Villar en el centro del campo. Las bandas fueron ocupadas en esta ocasión por Juan Serrano y Rastrojo, posicionando a Losada y Slavy como referencia arriba. 

Pocas veces ha salido el equipo salmantino con esa intensidad y profundidad en área rival. El primer cuarto de hora de Unionistas contrasta con el segundo que, al contrario, estuvo totalmente metido en su campo, resignado a la superioridad de los gallegos, de menos a más, con un 4-2-3-1 de inicio. El gol visitante dejó temblando a los charros en el sentido más literal, dudas, imprecisiones y malas decisiones que mejoraron al rival. 

Eso sí, antes de llegar a ello. Unionistas lanzó dos veces a portería, una entre los tres palos con gol incluido. Es decir, eficacia. Algo que se demandaba, una asignatura pendiente. En primera instancia, Carlos Giménez lo intentó tras un córner a favor, marchándose el esférico desviado y, en segunda instancia, tras una dejada con el pecho de Losada, Slavy la mando a las mallas, disparando totalmente solo y ajustando el esférico a la escuadra. Golazo para abrir la lata, que fue respondido demasiado pronto. 

De hecho, la respuesta llegó a balón parado a pesar de las indicaciones de hasta tres miembros del cuerpo técnico local. Tras una falta de Ramiro en el borde del área, escorado a la izquierda, por la que vio la amarilla, y que hilo como si de una telaraña se tratase el equipo visitante. De Jozabed a Víctor Narro y este a Willy Ledesma. Víctor Narro sabía perfectamente donde iba a continuar la jugada: desmarque de Willy Ledesma, totalmente solo, para rematar a placer, batiendo a Cacharrón. Y, a partir de ahí, bajonazo de los de Dani Ponz para desesperación de este. 

Se podrían diferenciar hasta tres partes en la primera mitad. Primera para los charros, segunda para los visitantes y una tercera en la que se bajó el ritmo y el partido fue de tú a tú, con ocasiones para ambos. El dorsal número 9 del equipo blanquinegro, hizo suyo el 'yo me lo guiso yo me lo como', lanzando al palo corto, forzando la intervención de Lucas. Rozando el descanso, dos más: Falta peligrosa, que Ekatiz envió al segundo palo, demasiado pasada y directamente fuera. Después la tuvo Losada: Pase en largo de Nespral a la carrera del delantero, que de bolea la mandó a la grada. Tenía tiempo el delantero de Unionistas para bajarla, pero optó por la opción más arriesgada. No le salió bien. Y el resultado llegó en empate al descanso.  

Sin cambios de inició, Unionistas volvió a campo con ganas de luchar por la victoria. Ganó en paciencia, construyó desde atrás y, lo más importante, se borró el juego del Lugo, que no logró lanzar entre los tres palos, ni tan siquiera crear peligro hasta el tiempo de descuento en un mano a mano de Aguza, que acabó en saque de esquina provocado por Cacharrón. 

Pronto movió banquillo Dani Ponz. El primer cambio local llegó en el 56, hombre por hombre, Jordi Tur entró por Nespral, cambio que no bajó el nivel del equipo charro que, sin embargo, no acababa de encontrar a sus carrilleros. Ekatiz sí ganó protagonismo en ataca, con varios centros y un disparo raso que a punto estuvo de sorprender a Lucas. Actuación poco destacable de Juan Serrano, que fue el siguiente cambio por Alfred Planas, al mismo tiempo que Slavy cedía su sitió a Ewan. 

Los cambios sí mejoraron al equipo. De hecho, fue salir Planas y tuvo dos ocasiones clarísimas para desnivelar de nuevo la balanza a favor de los suyos. En el 74, la ocasión fue hasta triple: centro de un incansable Losada, que buscaba a Ewan en el segundo plano, para el despeje de Lucas de puños. El balón seguía vivo y Planas disparó dentro del área, estrellando el balón contra Lucas, que no pudo controlar, dejando de nuevo el esférico en juego, finalizando la jugada el propio Planas con un zapatazo que pretendía entrar por la escuadra de la portería, pero que se marchó alto. 

Solo jugaban los charros con balón, intentando sorprender el Lugo al contraataque, aunque el equipo charro estaba bien posicionado y atento atrás. No concedía nada. Ahora no había errores, manteniendo la dinámica con la salida de Jon Rojo por Ekatiz, además Álvaro Gómez hizo lo propio por Rastrojo, que tampoco tuvo su día en ataque. Sí estuvieron más valientes, sin embargo, los de la zona atrás, con varios disparos, entre ellos, Carlos Giménez, que casi sorprende al portero visitante desde su casa en el 79. 

Sin embargo, no se daba para más. Sigue faltando dinamita arriba, Ewan no consiguió aportar nada en lo que estuvo en el campo, tocando apenas un balón en movimiento y se acabó con empate tras cuatro jornadas sin lograr. Punto de mérito, eso sí, por la entidad del rival, por la racha con la que llegaba con cuatro partidos ganados seguidos y su capacidad para anularles toda la segunda parte.