Medio millar de espectadores han disfrutado de la nueva edición del Cine Corto de Verano, organizada durante el mes de junio en la calle Granero de mano de Salamanca Film Commission.

El Festival del Cine Corto de Verano "es una cita con el cine y el cortometraje que surge como continuación al Festival de Cine Corto de Salamanca, certamen de gran participación nacional e internacional que se llevó a cabo anualmente en la ciudad charra desde el año 2007", explican desde el Consistorio.

El día 1 de junio se proyectaron los siguientes cortometrajes con una asistencia de 112 espectadores: Chaval, (29' minutos de duración) de Jaime Olías de Lerma; Loop, (8') de Pablo Polledi; Espinas, (15') de Iván Sáinz-Pardo; Alcanzar el vórtice, (5') de Pedro Poveda; Leopoldo el del bar, (5') de Diego Porral; y Votamos, (14') de Santiago Requejo.

Algunos de los asistentes a una proyección.

El día 15 de junio, 103 espectadores disfrutaron con las proyecciones de: Totem loba, (22') de Verónica Echegui; Parches, (5') de David Villarrubia Loreno; La luz, (13') de Iago de Soto; Cohete, (4') de La Masía Reels; Tranvía, (8') de Carlos Boena; y Cemento y Acero (16'), de Oriol Villar.

El día 22 de junio, con 123 espectadores, se proyectaron: 17 minutos con Nora, (19') de Imanol Ruiz de Nora; The monkey, (17') de Xosé Zapata y Lorenzo Degl'lnnocenti; Nur y abrir, (13') de Manu Gómez; Sorda, (18') de Nuria Muñoz-Ortín y Eva Liberta; Carnívoro, (6') de Lander Castro; e Inútil, (8') de Raquel Guerrero.

Por último, el día 29 de junio con una asistencia de 131 espectadores se pudo ver: Club Silencio, (18') de Irene Albanell; Nacer, (9') de Roberto Valle; Pocos, buenos y seguros, (20') de Ales Payá y Gorka Lasosoa; Una historia azul, (18') de Mónica Lilac; La primavera siempre vuelve, (10') de Alicia Núñez Puerto; y Cristiano, (11') de Adán Pichardo.

Esta nueva edición del Cine corto de Verano, organizada por el Ayuntamiento de Salamanca a través de Salamanca Film Commission, cuenta con la colaboración del bar Granero, del realizador y guionista Javier Díez, de la Asociación vecinal ZOES, así como del patrocinio de Coca Cola y Mahou.