Con nueve jugadoras disponibles y ocho que han disputado minutos, Roberto Íñiguez critica especialmente el tercer cuarto de su equipo, con la sintonía positiva de la afición. 

Valoración del encuentro: "Hemos hecho una primera parte muy buena, pero tras el descanso hemos salido con menos dureza y más dudas. Además, fallando delante dejábamos de defender atrás y eso es de un equipo que no puede aspirar a grandes cosas. Eso lo tenemos que arreglar entrenando y trabajo. Cuando se ha entendido que la defensa debe estar siempre, el último cuarto bien. Hay gente que si no mete delante se desconecta y no entiende que debe hacer más cosas para el equipo". 

La comunión con la afición: "En cuando al segundo punto, se ha vivido la comunión con la gente. Creo que es básico. Les hemos devuelto una pequeña alegría después de Lugo y creo que se lo hemos devuelto. Es muy importante que entendamos que debemos dar mucho a la gente que viene, hay que darle emoción. Lo que das a los demás te lo das a ti. Si se lo damos al público, ellos nos lo devolverán. Es imporante y es un objetivo que te motiva a seguir adelante". 

¿Cómo se gestionan dos derrotas consecutivas? "Las derrotas se gestionan entrenando. La confianza viene del trabajo, las ideas vienen de ponerte a pensar. Te relajas y estás muy bien. Tenemos muchas carencias, el partido de hoy es de 90 a 50, pero damos una cantidad de regalos al rival... somos vulnerables y tenemos que mejorarlo. Somos un equipo distinto que se tiene que basar en el grupo y el colectivo tiene que sacar las cosas adelante. Si alguien es un vampiro de energía se marchará para casa. Si hay una que chupa la energía de las demás y mete al grupo en donde no hay que meter se irá. No están permitidas en este pabellón".  

La decisión de Gulbe: "Ha sido decisión técnica".