Los vecinos de la plaza de San Benito de despertaron hace unos días con una sorpresa: el espacio bajo el camarín de la iglesia estaba cerrado con un candado y tapado con cartones. Dentro se acumulaban varias cajas de enseres. La asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio también se hacía eco de la situación y se preguntaba por qué se estaba empleando el hueco para "almacenar" objetos.

Un día después, una cuenta de Twitter creada este mismo mes les respondía que el espacio se estaba usando "por motivos de necesidad" y de forma "temporal" hasta "la primera semana de septiembre", cuando se dejaría libre de nuevo. También pedía perdón por las molestias que pudiese causar, rogaba que no estropeasen el habitáculo e invitaba a comprobar "la organización" del interior. Para avalar sus declaraciones incluía varias fotos del hueco con los enseres colocados y añadía que tanto el personal de la iglesia de San Benito como el párroco de La Purísima estaban "informados" de la situación.

Antonio Matilla es uno de los párrocos de la unidad pastoral centro de la Diócesis, encargada de la gestión de varios templos del casco antiguo. Explica que efectivamente están "al tanto" de la peculiar situación de San Benito y que uno de los sacerdotes "está buscando una solución". Explica que el 'inquilino' "no tiene permiso para estar ahí", pero también se pregunta qué pueden hacer al respecto. "¿Le echamos? No le vamos a denunciar, pero no puede estar ahí. Hemos hablado con Cáritas para ver qué podemos hacer". Admite que la solución "no es fácil", revela que la Policía "está al tanto" y se plantea, en esta línea, si las administraciones locales o regionales pueden aportar ayuda para resolver esta situación.

Interior del hueco, en una imagen tomada el pasado día 20. 

En cuanto a la identidad de quién está morando en el hueco de la iglesia, explica que al parecer es un pequeño empresario con problemas económicos que habría comentado al sacerdote que le ayuda que se ve capaz de salir de esta situación, "pero más tarde". Vecinos y trabajadores de la zona comentan que han visto varias veces "a un chico joven" entrando en el espacio. 

Finalmente, parece que la historia podría terminar antes de septiembre. Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio publicaba hace unas horas en Twitter que la Policía Local se había personado en el lugar y, casi a modo de despedida, le deseaban "lo mejor" al inquilino. Éste (o la cuenta de Twitter que afirma ser él) replicaba que "en los próximos días se despejará por completo y el pequeño espacio (previamente no tenía ningún uso útil) quedará vacío como antes. Se lamenta cualquier molestia que haya podido causar".

El tiempo dirá qué pasa con el espacio bajo el camarín de la iglesia de San Benito y con su inquilino.