En un ambiente distendido pero sobrio. Así ha transcurrido la toma de posesión de la nueva Corporación provincial de la Diputación de Salamanca, en la que los diputados que formarán parte de la institución han jurado o prometido su cargo y han recibido el cariño y el aplauso de sus compañeros de Corporación.

Así, ha sido palpable la emoción de los nuevos diputados que han tomado su acta. David Mingo, Antonio Labrador, Fernando Rubio, Leonardo Bernal y Miriam Tobal llegan a la institución provincial por primera vez para reforzar a sus grupos en su trabajo diario. Todos, tanto los veteranos como los nuevos, han recibido la medalla y la insignia de manos del recién reelegido presidente, Javier Iglesias, que ha abrazado efusivamente a cada uno de ellos.

Después, una vez constituida la nueva Corporación, llegó el momento de los discursos de los portavoces de los grupos y del nuevo presidente. Disparidad en sus palabras y en la duración de cada uno de ellos. De los poco más de tres minutos que ha estado hablando Manuel Hernández, portavoz de Ciudadanos, a los algo más de veinte minutos que tomó la palabra el portavoz socialista, Fernando Rubio.

Unas palabras que han servido para sentar las bases de la legislatura y en las que se produjeron las primeras referencias de PSOE y PP al futuro gobierno de la Junta de Castilla y León. Si el PP se ha mostrado satisfecho por la llegada de un salmantino a la presidenta del Gobierno regional, el PSOE ha lamentado que no se produzca el cambio.

En este sentido, Javier Iglesias ha destacado en sus palabras que en la Junta de Castilla y León "contaremos con un gran aliado, el salmantino Alfonso Fernández Mañueco, quien es un gran conocedor de nuestra realidad y del mundo rural". Por su parte, Fernando Rubio ha recordado que en Castilla y León "el Partido Socialista ha ganado claramente y es quien de verdad personifica el cambio necesario tras treinta y dos años de gobierno del Partido Popular. Sin embargo, lo que comenzó como un inexplicable cordón sanitario en Madrid terminó por convertirse en un cambalache interistitucional de cromos en Valladolid, en algunos casos a la desesperada".

De esta forma, la Diputación ha quedado constituida e inicia una nueva legislatura, la tercera en la que Javier Iglesias estará al frente de la institución provincial.