Los hospitales de Castilla y León han registrado durante el mes de febrero (entre el 1 de febrero y este martes) 316 fallecimientos de personas con COVID-19 diagnosticado, lo que supone un 25,6 por ciento menos que el dato registrado en enero, cuando se sumaron 425 muertes. Así se puede observar al comparar las cifras de la situación del COVID-19 en la web de Datos Abiertos de la Junta de Castilla y León. 

En el caso de los fallecimientos en hospitales, se cierra el mes de febrero con un total de 316 notificados, una cifra inferior a la de enero de 2022 (425), pero que duplica la de diciembre de 2021 (159).

Aun así, el dato está por debajo de los peores momentos de la pandemia, como los meses de marzo y abril de 2020; y de octubre de 2020 a febrero de 2021.

En cuanto a los fallecimientos con Covid-19 de usuarios de residencias para personas mayores y con discapacidad, una estadística que solo se actualiza los martes y los viernes, el dato del mes de febrero es de 56 en un mes que tiene 28 días.

El dato anterior, que corresponde a más de 30 días --del jueves 30 de diciembre al martes 1 de febrero-- es similar, con 58 fallecimientos.

En este último periodo de un mes se han producido 17 muertes dentro de los propios centros residenciales --las otras 41 habrían sido en hospitales--, un registro que sí que se reduce ligeramente ya que entre el 30 de diciembre y el 1 de febrero se contabilizaron 25.

La suma de 17 muertes en el último mes, aunque supera a la mayoría de los meses de 2021 se mantiene por debajo de los registros de hace un año (enero y febrero con más de 45 residentes fallecidos en los centros) y a los de los meses de 2020 con peor impacto de la pandemia.

Cabe recordar que la cifra de fallecimientos en las propias residencias suma 1.213 defunciones desde el inicio de la pandemia y tuvo sus momentos más críticos en la primera ola de la pandemia (698 fallecimientos de personas con COVID diagnosticado entre marzo y junio de 2020) y en la segunda (313 entre octubre y diciembre de ese año).

A partir de enero de 2021, con el inicio de los procesos de vacunación en los centros residenciales se comenzó a notar una menor mortalidad entre este grupo de población y ya esa tercera ola, que superó en incidencia acumulada y en cifras de ingresos en hospitales a la segunda fallecieron menos residentes (93 entre enero y febrero de 2021).

A partir de marzo, la cifra se redujo ya drásticamente hasta la llegada de la quinta ola, en la que se volvieron a registrar esos fallecimientos en residencias (23 entre agosto y septiembre).

Con la sexta ola la mortalidad volvió a repuntar hasta sumar 25 fallecimientos en apenas un mes en enero, pero en febrero parece que ha comenzado a retroceder.